¿Y si tu vida grande, brillante, exitosa, llena de amor y magia estuviera sólo a un pensamiento de distancia? Puede que sí, sobre todo si eliges el momento (y la forma) adecuados para hacerlo.
El otro día asistí a un acto patrocinado por una empresa de joyería, con la hipnoterapeuta invitada Shauna Cummins. A los participantes se les pidió que cerraran los ojos y, de forma similar a la experiencia de un baño de sonido, se sintonizaran con el ritmo de su respiración, centrándose en lo que querían mientras dejaban de lado el miedo y las expectativas. Y entonces llegó el momento de mirar al futuro. Aquí, en este truco mental supersencillo, es donde se produce la magia.
Sentado en un lugar cómodo, imagina tu vida dentro de un año. ¿Qué llevarás puesto? ¿Con quién estarás? ¿Cómo serán tus desplazamientos al trabajo o tus planes para después del trabajo? Sé lo más imaginativo y creativo posible. Siente esa vida grande y atrevida. Imagina cómo te sienta la ropa en la piel, imagina cómo será tu cuadrícula de Instagram y, a continuación, escribe los tres grandes y brillantes objetivos que quieres alcanzar.
Léeme: Cómo hacer realidad todos tus deseos
Según Cummins, que denomina a esta práctica “Wish Craft,” es importante anotar estos pensamientos, aunque no sepas necesariamente cómo o cuándo alcanzarás realmente estos objetivos. Después de escribirlos, he aquí cómo hacerlos realidad.
Háblales bien.
Busca a un amigo e imagina que os veis un año en el futuro. Hablad como si vuestros sueños se hubieran cumplido. ¿De dónde vienes? ¿Qué planes tienes para el fin de semana? No pasa nada si la conversación se vuelve un poco tonta; lo importante, dice Cummins, es aprender a cambiar el lenguaje del "yo quiero" al "yo soy". "
Escríbelas.
Ya tienes tu lista de objetivos, pero hazlos realidad creando un correo electrónico para tu yo del futuro. Envíale actualizaciones, pensamientos, consejos, memes. Estás conociendo a tu yo del futuro. Sé creativo. Diviértete. Míralo. Visualízalo. Hazte amigo/a de él o ella.
Cortesía de @ameyasrealm
Envíalas por SMS a tus amigos.
Ten una charla de grupo sobre objetivos y, en lugar de hablar con tus amigos sobre lo que quieres, imagina que todo ha ocurrido. Utiliza el tiempo presente. De nuevo, la idea es acostumbrarse a hablar como si esos sueños ya hubieran ocurrido.
Tenga una pieza de “joyería de intención”
Una joya puede servirte de poderoso talismán para mantenerte centrado en tu objetivo.
Programa un recordatorio en tu teléfono.
Una vez al día, durante un minuto, permítete pensar en tu vida futura. Permítete soñar despierto. Recuérdate que está bien tener deseos.
Por supuesto, durante este tiempo, también sales con alguien, trabajas o escribes ese libro o plan de negocio que te está matando. Sigues viviendo tu vida, pero con un poco más de intención y propósito. Con el tiempo, las pequeñas acciones, casi imperceptibles, que realizas cada día -saludas a una persona determinada, abres por fin y nombras ese documento sobre el plan de negocio en tu portátil- se convierten en las grandes acciones que conducen a una vida grande, brillante y auténtica.
Fotografía principal por cortesía de Twenty20